YA BIEN ENTRADO EL 2017
Ya, por fin de vuelta. Los he echado de menos. Los primeros meses del año están dedicados (nosotros los religiosos de PES), a los ejercicios espirituales, a planificar pastoralmente el año que empieza y para reencontrarnos con las hermanas que vienen de diferentes fundaciones; lo mismo hacen los hermanos en sus propias comunidades. Como verán, son semanas intensas, de crecimiento espiritual -cargar baterías espirituales-, de integración y momentos de fraternidad y de planificación. Es por ello que pido sus oraciones para que sea el Espíritu del Señor quien hable, rija y bendiga en cada uno de los momentos antes señalados.
UN AÑO NUEVO, UNA OPORTUNIDAD NUEVA
Tú también puedes mirar este año 2017 como una ocasión, una oportunidad para volver a empezar, o para empezar "mejor". Sabes, el cambio de año, si bien materialmente no sucede nada entre el minuto de las 23.59 del 31/12 y las 12:00 del 1/1 del siguiente año. Pero en nuestra mente, en nuestras emociones, se generan sensaciones de "nuevas oportunidades", y si se dan a ese nivel y ponemos todo de nuestra parte, sí que se pueden dar.
No necesariamente debe haber sido un mal año el anterior para querer mejorar. Es lo más natural querer siempre algo mejor, está inscrito en nuestra naturaleza.
Entonces, ¡a ello! A poner todo lo que nos toca para que ya en el presente vayamos disfrutando de tantas oportunidades grandiosas y construyendo un futuro mejor, propio, para nuestros seres queridos y, cómo no, para aquellos que quizá ni conocemos, pero que se beneficiarán de nuestra contribución a gestar un mundo mejor, ¡cuánta falta que hace!.
CUARESMA
Casi poco después de concluidas las fiestas de Navidad, pasadas algunas semanas, empieza el tiempo de Cuaresma. Sabemos que es un tiempo de preparación, de conversión, para encontrarnos de una manera especialísima con Nuestro Redentor en la Semana Santa y en las fiestas de Pascua. Es entonces el tiempo ideal para revisar y reajustar nuestro plan personal de crecimiento de este 2017.
¿POR DÓNDE EMPIEZO?
Conócete mejor y conoce hacia dónde quieres orientar tus pasos este año. Como te comenté anteriormente, no necesitas hacer grandes cambios de orientación para seguir adelante, pero sí que es importante TOMAR MEDIDAS CLARAS PARA SEGUIR POR BUEN CAMINO.
LO PRIMERO: ORGANIZA TU VIDA
Ten siempre en cuenta el fin último de tu vida. ¿Para qué hemos sido creados? definitívamente para un fin trascendente. Basta con parar y mirarnos interiormente para descubrir que me ponga el fin inmanente que me ponga y necesariamente, al alcanzarlo, me exigiré uno nuevo. Y eso no está mal.
Después de culminar los estudios pre universitarios con éxito mi siguiente meta será acabar la universidad, y luego un buen trabajo. Lo mismo en el ámbito afectivo. Después de conocer al muchacho -o la muchacha en el caso del varón- que me gusta, querré enamorarlo (a), luego conocernos aún mejor antes de dar el paso al noviazgo y así hasta el matrimonio para toda la vida (el mismo que tendrá sus propias metas). O cuando quieres el auto de tus sueños. Cuánto trabajas para alcanzarlo. todo esto es lícito, bueno o muy bueno según el caso. Pero como te señalé, son metas, incluso las más nobles, que, o abren paso a nuevas metas o son parte o camino de una meta mayor. Y aquí el punto al que quiero llegar.
Hay una sed de eternidad impresa en nuestro ser. el ¿"Y qué más"? es parte de nosotros, ¿a que sí? y esto se da porque hemos sido hechos por y para el Infinito, para el Eterno, es decir para el Señor de todas las cosas. Lo finito, lo temporal, serán siempre insuficientes. Por ello te invito a que el primer punto a tener en cuenta en esta revisión de tu Plan Personal es:
1. Reflexionar sobre tu fin último. Los ejercicios espirituales de San Ignacio, que tantos santos han dado a la Iglesia y que siguen siendo momentos de encuentro y conversión a Dios para muchos (sacerdotes, religiosos (as) y laicos), empiezan sobre la base de esta reflexión: ¿cuál es mi fin último?, ¿mi principio y fundamento?. Tómate un tiempo para mirar y meditar tres cosas básicas:
Ten siempre en cuenta el fin último de tu vida. ¿Para qué hemos sido creados? definitívamente para un fin trascendente. Basta con parar y mirarnos interiormente para descubrir que me ponga el fin inmanente que me ponga y necesariamente, al alcanzarlo, me exigiré uno nuevo. Y eso no está mal.
Después de culminar los estudios pre universitarios con éxito mi siguiente meta será acabar la universidad, y luego un buen trabajo. Lo mismo en el ámbito afectivo. Después de conocer al muchacho -o la muchacha en el caso del varón- que me gusta, querré enamorarlo (a), luego conocernos aún mejor antes de dar el paso al noviazgo y así hasta el matrimonio para toda la vida (el mismo que tendrá sus propias metas). O cuando quieres el auto de tus sueños. Cuánto trabajas para alcanzarlo. todo esto es lícito, bueno o muy bueno según el caso. Pero como te señalé, son metas, incluso las más nobles, que, o abren paso a nuevas metas o son parte o camino de una meta mayor. Y aquí el punto al que quiero llegar.
Hay una sed de eternidad impresa en nuestro ser. el ¿"Y qué más"? es parte de nosotros, ¿a que sí? y esto se da porque hemos sido hechos por y para el Infinito, para el Eterno, es decir para el Señor de todas las cosas. Lo finito, lo temporal, serán siempre insuficientes. Por ello te invito a que el primer punto a tener en cuenta en esta revisión de tu Plan Personal es:
1. Reflexionar sobre tu fin último. Los ejercicios espirituales de San Ignacio, que tantos santos han dado a la Iglesia y que siguen siendo momentos de encuentro y conversión a Dios para muchos (sacerdotes, religiosos (as) y laicos), empiezan sobre la base de esta reflexión: ¿cuál es mi fin último?, ¿mi principio y fundamento?. Tómate un tiempo para mirar y meditar tres cosas básicas:
¿Es Dios, verdaderamente, mi fin último? ¿Hacia Él oriento mis esfuerzos, mis amores, mis prioridades y mis metas? Si la respuesta es afirmativa, pasa a las siguientes preguntas y tendrás ideas más claras de aquello que esperas este 2017. Si no lo tienes muy claro es el momento indicado de tomar medidas para acercarte y dejarte conquistar por el Señor Dios. Es que no hay pierde con esto, ¡al contrario! No hay verdadera paz y libertad más honda que en una vida con Él, no exenta de pruebas y sufrimiento, claro está, pero con la mejor de las compañías, con Aquel que es Fortaleza, Luz, Sabiduría Eterna, Consuelo y mucho más. me preguntarás, ¿Y cómo me acerco? Con confianza y ¡Ya!. Sin perder tiempo:
a) Hoy: date un tiempo ad hoc, busca el mejor silencio que puedas lograr, Ponte en presencia de Dios -invocalo-, Él jamás nos "planta" en una cita. ¿Sabes cómo invocarlo? haz una profunda señal de la cruz: "En el nombre del Padre, del Hijo, del espíritu Santo..." la Trinidad invadirá tu corazón y la habitación en la que estés, más allá de si crees o no que es así, pero si lo crees la obra en ti será maravillosa. Ya con Él, háblale y pídele cercarte, convertirte, tenerle en tu vida; y bueno todo aquello que solo en la intimidad con dios se puede decir. Pero ¡Hoy! No lo pospongas. Es en el hoy de cada día en el que debemos acercarnos a Jesús.
b) El domingo: ve a misa, confiésate y comulga. La Eucaristía es la presencia física de Jesús aquí en la tierra. ¡Física! le puedes ver, tocar, sentir y poseer con los ojos de la fe. Y con Él en ti "todo lo vas a poder", lo primero, empezar a caminar en la Luz.
c) En cuanto puedas en el año: participa de alguna actividad que tenga como objetivo la conversión. un retiro, un encuentro, una peregrinación. es un espacio personal, íntimo, para verte y para Verlo. Hay muchos de estos espacios. En tu parroquia o Movimiento por ejemplo.
Te ofrezco lo que tengo pero no es lo único ni lo mejor que la Iglesia Universal ofrece. Si estás en Lima pregunta en la sede de Avanzada Católica (entra al Facebook), en el Santuario del Sagrado Corazón en Surco o en la Parroquia de San Pablo y Nuestra Señora del Carmen en Breña. Si estás en otra provincia del Perú, e California, Minnesota, Madrid, Guayaquil o Alicante tendrás información de los Programas de conversión en el mismo facebook al que hice referencia.
2. Evalúa el 2016: Haz una lista positiva y a la vez objetiva, es decir real, de lo que haz logrado el año pasado. Ahí que estén presentes todos los aspectos de tu vida: logros afectivos, virtudes, estudios, trabajo, apostolados, materiales, físicos, etc. Luego haz una lista de aquello que te propusiste pero quedo inconcluso o en el aire y finalmente señala aquello que consideras fue un retroceso (pero sin "machacarte". No sirve de nada.
3. Prioriza y trázate un plan 2017: son muchas las metas que queremos alcanzar, sobre todo cuando nos detenemos a analizar nuestra vida con esperanza y entusiasmo. pero seamos objetivos y realistas siempre. Ni muy soñador ni poco exigente. Es importante soñar y entusiasmarse pero priorizando y reconociendo mis posibilidades. Podemos empezar por concluir o completar aquello que quedó inconclusos si es que lo seguimos considerando importante. Por ejemplo un idioma que no terminé de estudiar y lo considero importante para un ascenso. Así en cada aspecto de tu persona.
Este plan puede visualizarse en una línea del tiempo; pueden marcarse objetivos y estrategias para cada meta (no muchas para no fracasar) y debe luego revisarse con aquella persona que te guía espiritualmente y con tu esposo (a) de ser el caso. Esto porque solos no podemos.
Tendríamos mucho más que decir al respecto pero ya me he extendido mucho. Si así lo requieren podemos dar más pautas sobre el examen del año que pasó y el plan personal. Pero esto lo veríamos en el siguiente tema de ser requerido.
!
Que Dios te bendiga y me alegra que retomemos nuestros encuentros nuevamente.
un abrazo en el Corazón de Jesús,
Hermana Antonella.
a) Hoy: date un tiempo ad hoc, busca el mejor silencio que puedas lograr, Ponte en presencia de Dios -invocalo-, Él jamás nos "planta" en una cita. ¿Sabes cómo invocarlo? haz una profunda señal de la cruz: "En el nombre del Padre, del Hijo, del espíritu Santo..." la Trinidad invadirá tu corazón y la habitación en la que estés, más allá de si crees o no que es así, pero si lo crees la obra en ti será maravillosa. Ya con Él, háblale y pídele cercarte, convertirte, tenerle en tu vida; y bueno todo aquello que solo en la intimidad con dios se puede decir. Pero ¡Hoy! No lo pospongas. Es en el hoy de cada día en el que debemos acercarnos a Jesús.
b) El domingo: ve a misa, confiésate y comulga. La Eucaristía es la presencia física de Jesús aquí en la tierra. ¡Física! le puedes ver, tocar, sentir y poseer con los ojos de la fe. Y con Él en ti "todo lo vas a poder", lo primero, empezar a caminar en la Luz.
c) En cuanto puedas en el año: participa de alguna actividad que tenga como objetivo la conversión. un retiro, un encuentro, una peregrinación. es un espacio personal, íntimo, para verte y para Verlo. Hay muchos de estos espacios. En tu parroquia o Movimiento por ejemplo.
Te ofrezco lo que tengo pero no es lo único ni lo mejor que la Iglesia Universal ofrece. Si estás en Lima pregunta en la sede de Avanzada Católica (entra al Facebook), en el Santuario del Sagrado Corazón en Surco o en la Parroquia de San Pablo y Nuestra Señora del Carmen en Breña. Si estás en otra provincia del Perú, e California, Minnesota, Madrid, Guayaquil o Alicante tendrás información de los Programas de conversión en el mismo facebook al que hice referencia.
2. Evalúa el 2016: Haz una lista positiva y a la vez objetiva, es decir real, de lo que haz logrado el año pasado. Ahí que estén presentes todos los aspectos de tu vida: logros afectivos, virtudes, estudios, trabajo, apostolados, materiales, físicos, etc. Luego haz una lista de aquello que te propusiste pero quedo inconcluso o en el aire y finalmente señala aquello que consideras fue un retroceso (pero sin "machacarte". No sirve de nada.
3. Prioriza y trázate un plan 2017: son muchas las metas que queremos alcanzar, sobre todo cuando nos detenemos a analizar nuestra vida con esperanza y entusiasmo. pero seamos objetivos y realistas siempre. Ni muy soñador ni poco exigente. Es importante soñar y entusiasmarse pero priorizando y reconociendo mis posibilidades. Podemos empezar por concluir o completar aquello que quedó inconclusos si es que lo seguimos considerando importante. Por ejemplo un idioma que no terminé de estudiar y lo considero importante para un ascenso. Así en cada aspecto de tu persona.
Este plan puede visualizarse en una línea del tiempo; pueden marcarse objetivos y estrategias para cada meta (no muchas para no fracasar) y debe luego revisarse con aquella persona que te guía espiritualmente y con tu esposo (a) de ser el caso. Esto porque solos no podemos.
Tendríamos mucho más que decir al respecto pero ya me he extendido mucho. Si así lo requieren podemos dar más pautas sobre el examen del año que pasó y el plan personal. Pero esto lo veríamos en el siguiente tema de ser requerido.
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Que Dios te bendiga y me alegra que retomemos nuestros encuentros nuevamente.
un abrazo en el Corazón de Jesús,
Hermana Antonella.
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