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domingo, 2 de octubre de 2016

Mi ángel custodio



«Voy a enviarte un ángel por delante para que te cuide en el camino» (Ex 23,20)
 ¿Existe?
Existe. Los ángeles existen y tienes uno que cuida específicamente de ti y tu función en la vida; lo afirma la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia. Los ángeles han sido creados por el mismo Dios a través del Verbo, de Jesús, por quien todo fue creado y para quien todo fue creado. Tienen una misión inscrita en su mismo nombre: ángel = mensajero, servidor. “Si me preguntas por su naturaleza es espíritu y por su oficio (misión), ángel” (San Agustín).
¿Cuál es su misión en mí?
Trabaja, si se puede expresar así, en llevarte a Dios. Una misión hermosa con la que busca participar de la obra Redentora de la Trinidad. Recibe la misión de cuidarte y acompañarte, desde el momento de tu creación hasta el momento en que seas llevado a la vida eterna.
Te Habla al corazón invitándote a dejarte tocar por el amor del Corazón de Dios. Bendita misión con la que llevan el cielo a la tierra y la tierra al cielo. (SS Benedicto XVI)
Lo tienes  como compañero siempre. “Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a su vida (S. Basilio). Y, ¿qué pasa cuándo pecamos? Cuando pecamos el ángel, aunque muy dolido por la ofensa a Dios y tu muerte espiritual, no se aleja, está a tu lado, intentando de mil maneras hacerte ver, hacerte recapacitar: “el hombre jamás es abandonado por el ángel pues el tentador siempre está tentando” (Santo Tomás de Aquino). Aquí y ahora, promete estar siempre a tu lado, acrecentar tu fe, cuidar la pureza de tus pensamientos, ayudarte a distinguir el bien del mal, protegerte de situaciones adversas, cumplir siempre ad maximam tus obligaciones diarias, mejorar tus relaciones interpersonales, apoyarte en tus propósitos personales de crecer, y mucho más.
¿Y por qué el ángel cumple con tanto ahínco y esfuerzo su misión? 
Por el gran amor que tiene a Dios Todopoderoso. Se une con gozo a la misión de la Segunda Persona de la Trinidad, a Jesús, y adopta con ilusión la guía espiritual de algún ser humano por el que el Señor Jesús derramó su Sangre. Ahí radica la pasión con la que tu ángel de la guarda intentará una y otra vez que le des lugar en tu vida y que le dejes obrar, porque, no te olvides, si Dios no te obliga a nada, el ángel tampoco. Respetará siempre tu libertad.
¿Cómo dejarle obrar en mí?
Dale cabida, ¡qué diferente puede ser el caminar en esta vida dejándole obrar! Haz un pacto con él, repítele que crees que está y que necesitas de su intervención. Tienes un amigo celestial que, como vimos al inicio, está frente al trono de Dios llevando tus súplicas y trayéndote desde el cielo las bendiciones y luces necesarias para seguir caminando. Su misión eres tú. Tenle siempre al tanto de ti, al tanto de tus preocupaciones. Sabrá aconsejarte.
¿Cómo debo hablarle? 
Como a un amigo. Está ahí, sufre y se regocija contigo. Los santos siempre les tuvieron mucha devoción; incluso algunos le pusieron un nombre. Aprende la bella costumbre de pensar siempre en él y hablarle para que te muestre cómo llegar finalmente al Corazón de Dios. Cuando necesites un consejo para ti o para otro, cuando estés haciendo apostolado, cuando estés por afrontar un momento difícil, acude al tuyo, acude al del otro (os), y verás cómo se ilumina tu mente y se enciende tu corazón y el de tu interlocutor. “Si necesitas de mí – repetía a sus hijos espirituales el Padre Pío-, mándame tu Ángel Custodio. Y tenía mucho trabajo, tanto de día como de noche, para escuchar los «mensajes» de sus hijos espirituales, que le traían, obedientes, tantas criaturas angélicas".
Una historia real
Hay muchos testimonios actuales de personas que han sido protegidas físicamente por su ángel custodio. Uno de los que más recuerdo es el de esta joven que transitaba por una calle oscura y peligrosa y fue vista por un par de violadores que estaban dispuestos a atacarla pero la dejaron ir. Al día siguiente ella vio en las noticias que una joven había sido atacada en ese mismo lugar unos minutos después. Cuando fueron capturados ella sintió curiosidad de saber cómo no la atacaron a ella y fue a preguntarles estando ellos en prisión, “no podíamos acercarnos- le dijeron-, estabas con dos hombres altos y fuertes que te flanqueaban. Ella se quedó impresionada y recordó que su madre siempre rezaba a los ángeles custodios para que protegiesen a sus hijos. Eso había sido se dijo a sí misma. Y quiso dar testimonio de ello

Podemos rezarle al ángel custodio de otro y pedir que interceda, cuide y guíe a esa persona. Un hijo, una madre, un amigo; pídele a su ángel por él.
¿Cómo empiezo o acreciento mi relación con él?
1.       Cree, y con fe sabrás luego…
2.       dar gracias a Dios por tanto cuidado que tiene de ti poniendo un ángel a tu cuidado y servicio.
3.       Aprende de tu ángel a alabar a Dios estando en su presencia, prometiéndole a Jesús que delante de los ángeles tañerás para Él. Vive con él los momentos más sublimes de adoración y en cada acto litúrgico. Te enseñará a estar en presencia del Señor.
4.       Dale permiso para que pueda actuar.
5.    Y ten cuidado de despreciarle, a veces pensamos más en la fuerza de las tentaciones que en la presencia y poder de nuestros custodios.
6.       Imítalo, sé también tú un servidor, totalmente entregado a Dios, transmisor de su mensaje de salvación, sin que se te vea, desaparecido.
7.       ¡Confía! No estás sólo, está el Señor Jesús que se manifiesta de muchas maneras y que te quiere fuerte y orientado hacia el cielo, como tu ángel custodio.

La devoción a los ángeles custodios NO REEMPLAZA nuestro amor y relación con Jesús, 
al contrario, la enriquece, preparándonos para entrar en su presencia.
El Corazón de Jesús te ha dotado de todo para que puedas triunfar, para que puedas ser feliz.
¡Levántate! Y sigue adelante, tienes el poder de Dios al alcance.


¿Frutos inmediatos de la devoción a mi ángel custodio?:
-          Enfocará tu visión en Dios
-          Te alegrará en el cumplimiento del deber (trabajo, casa, estudio)
-          Protegerá tus pensamientos y los hará buenos,  sanos, y sobrenaturales.
-          Te acrecentará la fe, fortalecerá tu esperanza y encenderá el fuego de tu amor. Con miras a alabar al Amor
-          Te ayudará a distinguir más rápido y mejor el bien y el mal.


La SSEE está llena de referencias a la existencia y misión de los ángeles. Comparto contigo algunas de las que más me han impresionado: Gn 19; 22,11; 2,24; Job 38,7; Salmo 103,20Lc 1,11.26; Mt 18,10; Hb 1,6, Ap 3,20

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