«Voy
a enviarte un ángel por delante para que te cuide en el camino» (Ex 23,20)
¿Existe?
Existe. Los ángeles existen y tienes uno
que cuida específicamente de ti y tu función en la vida; lo afirma la Sagrada
Escritura y la Tradición de la Iglesia. Los ángeles han sido creados por el
mismo Dios a través del Verbo, de Jesús, por
quien todo fue creado y para quien todo fue creado. Tienen una misión
inscrita en su mismo nombre: ángel = mensajero, servidor. “Si me preguntas por su naturaleza es espíritu y por su oficio
(misión), ángel” (San Agustín).
¿Cuál es su misión en mí?
Trabaja, si se puede expresar así, en
llevarte a Dios. Una misión hermosa con la que busca participar de la obra Redentora
de la Trinidad. Recibe la misión de cuidarte y
acompañarte, desde el momento de tu creación hasta el momento en que
seas llevado a la vida eterna.
Te Habla al corazón invitándote a dejarte
tocar por el amor del Corazón de Dios. Bendita misión con la que llevan el cielo a la tierra y la tierra
al cielo. (SS Benedicto XVI)
Lo tienes como compañero siempre. “Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para
conducirlo a su vida (S. Basilio). Y, ¿qué pasa cuándo pecamos? Cuando
pecamos el ángel, aunque muy dolido por la ofensa a Dios y tu muerte
espiritual, no se aleja, está a tu lado, intentando de mil maneras hacerte ver,
hacerte recapacitar: “el hombre jamás es
abandonado por el ángel pues el tentador siempre está tentando” (Santo
Tomás de Aquino). Aquí y ahora, promete estar siempre a tu lado, acrecentar tu
fe, cuidar la pureza de tus pensamientos, ayudarte a distinguir el bien del
mal, protegerte de situaciones adversas, cumplir siempre ad maximam tus
obligaciones diarias, mejorar tus relaciones interpersonales, apoyarte en tus
propósitos personales de crecer, y mucho más.
¿Y por qué el ángel cumple con tanto ahínco y esfuerzo su misión?
Por
el gran amor que tiene a Dios Todopoderoso. Se une con gozo a la misión de la Segunda
Persona de la Trinidad, a Jesús, y adopta con ilusión la guía espiritual de
algún ser humano por el que el Señor Jesús derramó su Sangre. Ahí radica la
pasión con la que tu ángel de la guarda intentará una y otra vez que le des
lugar en tu vida y que le dejes obrar, porque, no te olvides, si Dios no te
obliga a nada, el ángel tampoco. Respetará siempre tu libertad.
¿Cómo dejarle obrar en mí?
Dale cabida, ¡qué diferente
puede ser el caminar en esta vida dejándole obrar! Haz un pacto con él,
repítele que crees que está y que necesitas de su intervención. Tienes un amigo
celestial que, como vimos al inicio, está frente al trono de Dios llevando tus
súplicas y trayéndote desde el cielo las bendiciones y luces necesarias para
seguir caminando. Su misión eres tú. Tenle siempre al tanto de ti, al tanto de
tus preocupaciones. Sabrá aconsejarte.
¿Cómo debo hablarle?
Como a un amigo. Está ahí,
sufre y se regocija contigo. Los santos siempre les tuvieron mucha devoción;
incluso algunos le pusieron un nombre. Aprende la bella costumbre de pensar
siempre en él y hablarle para que te muestre cómo llegar finalmente al Corazón
de Dios. Cuando necesites un consejo para ti o para otro, cuando estés haciendo
apostolado, cuando estés por afrontar un momento difícil, acude al tuyo, acude
al del otro (os), y verás cómo se ilumina tu mente y se enciende tu corazón y
el de tu interlocutor. “Si necesitas de mí – repetía a sus hijos espirituales el
Padre Pío-, mándame tu Ángel Custodio. Y tenía mucho trabajo, tanto de día
como de noche, para escuchar los «mensajes» de sus hijos espirituales, que le
traían, obedientes, tantas criaturas angélicas".
Una historia real
Hay muchos testimonios actuales de
personas que han sido protegidas
físicamente por su ángel custodio. Uno de
los que más recuerdo es el de esta joven que transitaba por una calle oscura y
peligrosa y fue vista por un par de violadores que estaban dispuestos a
atacarla pero la dejaron ir. Al día siguiente ella vio en las noticias que una
joven había sido atacada en ese mismo lugar unos minutos después. Cuando fueron
capturados ella sintió curiosidad de saber cómo no la atacaron a ella y fue a
preguntarles estando ellos en prisión, “no podíamos acercarnos- le dijeron-, estabas con dos hombres altos y fuertes que te
flanqueaban. Ella se quedó impresionada y recordó que su madre
siempre rezaba a los ángeles custodios para que protegiesen a sus hijos. Eso
había sido se dijo a sí misma. Y quiso dar testimonio de ello.
Podemos rezarle al ángel custodio de otro y pedir que interceda, cuide y guíe a esa persona. Un hijo, una madre, un amigo; pídele a su ángel por él.
Podemos rezarle al ángel custodio de otro y pedir que interceda, cuide y guíe a esa persona. Un hijo, una madre, un amigo; pídele a su ángel por él.
¿Cómo empiezo o acreciento mi relación con él?
1.
Cree, y con fe sabrás luego…
2. dar gracias a
Dios por tanto cuidado que tiene de
ti poniendo un ángel a tu cuidado y servicio.
3.
Aprende de tu
ángel a alabar a Dios estando en su
presencia, prometiéndole a Jesús que delante
de los ángeles tañerás para Él. Vive con él los momentos más sublimes de adoración
y en cada acto litúrgico. Te enseñará a estar en presencia del Señor.
4.
Dale permiso
para que pueda actuar.
5. Y ten cuidado
de despreciarle, a veces pensamos más
en la fuerza de las tentaciones que en la presencia y poder de nuestros
custodios.
6.
Imítalo, sé
también tú un servidor, totalmente entregado
a Dios, transmisor de su mensaje de salvación, sin que se te vea, desaparecido.
7.
¡Confía! No estás sólo, está el Señor Jesús que se manifiesta
de muchas maneras y que te quiere fuerte y orientado hacia el cielo, como tu
ángel custodio.
La
devoción a los ángeles custodios NO REEMPLAZA nuestro amor y relación con
Jesús,
al contrario, la enriquece, preparándonos para entrar en su presencia.
al contrario, la enriquece, preparándonos para entrar en su presencia.
El Corazón de Jesús te ha dotado de todo
para que puedas triunfar, para que puedas ser feliz.
¡Levántate! Y sigue adelante, tienes el
poder de Dios al alcance.
-
Enfocará tu visión
en Dios
-
Te alegrará en el cumplimiento del deber (trabajo, casa, estudio)
-
Protegerá tus pensamientos y los hará buenos, sanos, y sobrenaturales.
-
Te acrecentará
la fe, fortalecerá tu esperanza y encenderá el fuego de tu amor. Con miras
a alabar al Amor
-
Te ayudará
a distinguir más rápido y mejor el bien y el mal.
La SSEE está llena de referencias a la
existencia y misión de los ángeles. Comparto contigo algunas de las que más me han impresionado: Gn 19; 22,11;
2,24; Job 38,7; Salmo 103,20Lc 1,11.26; Mt 18,10; Hb 1,6, Ap 3,20
No hay comentarios:
Publicar un comentario